viernes, 2 de julio de 2010

Fantasías Románticas (III)


Monzón de amor.

Eco que me envuelve dulcemente, que me acuna. Eco que resuena en mis oídos: "Tac, tac, tarracac..." Sonido que me hipnotiza. Sonido que me invita a escuchar. Sonido que me inspira. Sonido tranquilo, sencillo:"Tac, tac...tarracac..."Miro la ventana, escuchando aquel sonido. Escudriño todos y cada uno de los diamantes que se posan sobre el cristal en mi ventana. Adquieren diversas formas amorfas, que no dicen nada pero que para mí son el mundo entero, mi mundo.Suspiro he intento apartar mi mirada de allí, pero no lo consigo.Le veo a él. Allí. Su rostro reflejado en el cristal, dibujando sus facciones rectas y sus curvados labios en una sonrisa.Trago saliva, incómoda. Debía tratar de olvidarle si quería que todo siguiera...en su sitio. Sin embargo, me permito el lujo de una última mirada más. Miro sus labios atentamente, añorándole, anhelando acariciar sus labios. Sigo aún soñando con su imagen cuando llegan los pensamientos fríos. Intento apartarlos, lo que consigo sin gran esfuerzo, ya que llevo bastante tiempo haciendo eso.Ahora sé que él es muy especial para mí, que le necesito, que...le amo. Él era el interruptor de luz en la pared, que me iluminaba. Era mi sendero, que me guiaba. Era...mi más fiel confidente...el que me escuchaba.Las tinieblas se adueñaron de mi sufrido corazón lentamente, como si las cercaran. Aislado ya de todo rastro de sentimiento, me volví fría y distante.Sola, me retiré a mi mundo solitario, vagando, atravesando las brumas que aprisionaban mi corazon vulnerable. ¿Por qué tú, que me habías hecho pasar tan buenos momentos?¿Por qué tú que ahora que no te tengo muero?¿Por qué tú...amor?Y, lentamente, morí ahogada por las olas.

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